Sobre cursos de mediación y los problemas que acarrea llenar espacios sin más.

El otro día os resumí de manera muy breve mis últimos dos meses. Ahora quiero realizar una entrada para cada tema que toque, dar algunas impresiones.

La entrada de hoy trata acerca del curso de 100 horas (lo mínimo que establece la Ley de Mediación de 2012 para poder ejercer como tal) de Mediador organizado por la Universidad de Murcia.

Como curso tiene muchos contras. Entiendo que deben quedar claros los principios de la mediación y que saber la ley a fondo siempre suma. Pero dado que se trata de una disciplina con mucha carga práctica, en la que se necesitan determinadas habilidades y modos de ejecutarlas, creo que (a falta de tres clases que no auguran que se vayan a tocar esos temas) la mayor carencia del curso ha sido esa.

Ha tenido profesores mejores o peores, casi todos dedicados a la mediación (algo que no se encuentra en Criminología o en Detective privado, donde sobre todo hay juristas, psicólogos y policías), pero una organización regular o una falta de comunicación a la hora de construir las clases y el temario ha llevado a constante repetición y ausencia de verdadera mediación.

En este sentido, y porque sé que su intención era buena, dar respuesta a cierto nicho laboral que crece cada día, a una ausencia profesional en la Región de Murcia y a mucha ilusión, soy consciente de que esto no responde a motivos de dejadez y ganas de ganar dinero, pero habría preferido que hubiera menos ilusión y más pragmatismo.

De todas maneras, pongo mis esperanzas en el período de prácticas que, si bien va a ser corto, promete. Va a realizarse en dos lugares, ambas en asociaciones de mediación, pero para los que se nos han asegurado verdaderas experiencias de mediación.

Además, se nos ha invitado a participar en el proyecto de la Unidad de Mediación Intra-judicial de Murcia, en la que puede participar cualquier mediador titulado previa solicitud (y aceptación) en la que se debe elegir el ámbito que se prefiere (penal, civil, administrativo y creo que hasta cinco o seis más). Por supuesto, es totalmente voluntario, pero el valor de la experiencia para gente como yo que empieza ahora es incalculable, y sin duda a partir de ahí montaré mi propio servicio de mediación privada.

Con todo, os animo a uniros a esto de la mediación si os atrae, y la recomendéis, pues como opción alternativa los tribunales es perfecta.

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